Termina un fin de semana cultural muy completo. Anoche estuve con mi novia, su hermana y un amigo en un concierto, en un bar de Madrid. Bastante interesante. Tocaba un compañero del trabajo, canciones de los Rolling, The Police, Hombres G,... Muy recomendables para ser aficionados. De buena calidad musical.
Hoy en el Retiro, paseando por la Feria del Libro. Muchas casetas, calor, y libros, muchos libros. Creo que la tercera vez que visito esta muestra. He comprado dos títulos: uno Leer España, de Fernando García de Cortázar, y una biografía de Isabel II, de la catedrática de Valencia Isabel Burdiel. Ambos han sido dedicados y firmados para mí.
Un poco después de comer y tumbarnos bajo los pinos, nos hemos acercado a una carpa de las Universidades públicas madrileñas, donde un conocido interpretaba un cuento. Sus predecesores, bastante malos. Él muy divertido.
Y después, más libros en casetas. Y un refresco de despedida. + N
Ahora que con el buen tiempo aprovecho para venir andando desde el trabajo, me fijo en las soleadas terrazas de los edificios de mi ciudad.
Camino hacia arriba, mirando las macetas, las escaleras, jaulas, ladrillos, la ropa tendida,... ¡La vida entera de tantos vecinos! Y me paro a pensar en cuántas vidas paralelas vivimos en esta ciudad, en este mundo extraño que hemos recibido, que dejaremos a los siguientes en herencia. Pienso en lo bueno y en lo malo, en las luces y en las sombras. Me imagino a los matrimonios felices dentro, conversando animadamente sobre los achaques de la salud, ya quebradiza. Y también a los novios que acaban de casarse y comienzan el camino largo y complejo de una vida en común. O la de los niños que ya dejan de ser niños y se encierran en sus habitaciones, para jugar a la Play, o a las niñas-adolescentes que coquetean con sus amigos del colegio...
En todo esto, y en más cosas, pienso, cuando el sol carga su fuerza sobre mi espalda, y ladeo la cabeza para entrar en mi casa, en esta celda de panal, donde todas las abejas vivimos, nos consumimos, y pululamos.
Hace muchos días que no escribía de mis animales, y ya tocaba. Tengo en mi casa, desde el pasado mes de septiembre, un loris arco iris. Lo compré en Madrid. Se llama así por la variedad de colores en el plumaje. Vive en todo tipo de hábitats, en especial las selvas lluviosas, matorrales costeros y zonas boscosas. Es originario de Oceanía y mide, aproximadamente, de 25 a 32 cm. de largo, según la subespecie. Se alimenta principalmente de frutas, complementando su dieta con insectos y semillas. En casa le sirvo un preparado especial de néctar, que se disuelve en agua.
Viven formando bandadas de 5 a 20 ejemplares. Anida en los huecos en los árboles. La nidada usual cuenta de dos huevos blancos, pueden ser tres. La incubación en cautiverio es de 23 a 26 días.
Es una preciosidad de animal. Además de por su bello plumaje, por su inteligencia, su capacidad de repetir palabras y por su constante alegría. Es muy juguetón: le encanta hacer el payaso a todas horas y que ser acariciado. La única pega son sus excrementos, líquidos y abundantes. Pero no lo cambio por nada.
No soy aprendiz de brujo ni lo pretendo. Apenas tengo tiempo para escribir nada más que, efectivamente, acerté de lleno mi pronóstico electoral en la tarde del 22-M. Pobre Tomás. Menuda paliza le dio Esperanza. Esperanza 2011. (¿2012?). En mi ciudad ganó el PP, pero sin la mayoría absoluta necesaria para gobernar. Se hace necesaria la formación de pactos. Incluso surgió la neo-sociata UPyD y España2000, un partiducho extremista y racista. Producto de la incontrolada inmigranción que ha provocado el sátrapa leonés.
El Partido Popular se coloca en la posición preferente para arrebatar al PSOE la Presidencia del Gobierno, Dios mediante, el próximo año. Pues, con los muchos defectos de Rajoy y sus comparsas, me alegraré de que un enemigo de los españoles (a las cifras del aborto y del paro me remito) sea derrotado estrepitosamente.
Pese a todo, que no se dé todo por ganado. Que el Sistema tiene muchas grietas.
Siempre me han provocado una cierta ternura los derrotados, de cualquier ámbito. En sus miradas se muestra el malestar, el latido crepuscular del que sabe que ya no tiene nada que hacer. Eso me ocurre ahora mismo con Tomás Gómez, el candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, al que conocí en mi paso por la Cadena COPE. Sé que va a perder. Y por muchos votos, además.No sé nada de él. Salvo lo que leo en Wikipedia. Que es nacido en familia emigrante, en los Países Bajos, en el infelice año del Mayo francés. Licenciado en Económicas, fue alcalde de Parla hasta 2008.
Aún así, su mirada lo dice todo. Lo dirá todo, mejor dicho.
Mi pronóstico para el resto: gana el PP en Madrid capital, con mayoría absoluta, y en Castilla-La Mancha. Sube votos en Extremadura y gana por goleada en varias capitales de Andalucía.
Mi acuario soñado tiene una capacidad de 300 litros. En forma apaisada, para poder reproducir más ambientes y tener una gran cantidad de peces de agua caliente. Ojalá pudiera ser marino, pero es muy caro y -creo- provoca bastante ruido. La preparación y cuidados del agua son muy laboriosos.
Así que, de momento, me conformaría con mi gigante acuario, donde poder tener neones, discos, escalares, plattys, guppies, corydoras, caracoles manzana, peces cebra, y un largo etcétera.
La biblioteca sería un buen lugar, junto al despacho. Después de horas corrigiendo exámenes, una mirada al horizonte, y sumergirme en las profundas y caudalosas aguas del Amazonas, con sus explosión de vida multicolor, con el pez de pausada navegación entre plantas y algas floridas.
Como la sospecha es gratis, yo sospecho. No me creo que sean tan espontáneas esas manifestaciones ciudadanas, organizadas a través de las redes sociales y que solicitan un cambio radical en el sistema político español. Para que haya una "Democracia Real". Oh, qué miedo me dan.
No son más que los hijos-nietos de los del Mayo francés, aquel nefasto 68 en que, además, para más inri, los clérigos/teólogos más discordantes con Roma, manifestaron su negativa a acatar la Humanae Vitae de Pablo VI. De esos lodos, estos polvos. Pero con lo del llamado espíritu del 15-M, nada me huele bien. Todo a contubernio socialista, a agitación anarco-antisistema, a pitada de instituto cutre, botellón rancio con ribetes primaverales.
Dadles dos semanas, y serán sólo una foto para el anuario 2011.
Bueno, todo terminó bien. Ayer se casaron Jorge y Natalia en la ermita de la Patrona de mi Ciudad, a la sombra del río que da nombre a nuestra ilustre localidad. La ceremonia fue alegre, gozosa y emocionante. El padre de la novia derramó alguna lágrima furtiva, especialmente cuando el sacerdote, D. Jaime, leyó, al terminar la Eucaristía, la Bendición Apostólica de Su Santidad el Papa Benedicto XVI.
Por lo demás, la ceremonia salió bien. Leyeron tres hermanas de la novia, Micaela, Fulgencia y Anastasia. Algo nerviosas, pero con gran corrección y decoro. Yo subí a leer las peticiones, también con grave nerviosismo, pero sujetándome al guión (o guion, según la progre RAE).
La homilía del cura, ortodoxa y clara: valores del matrimonio, sus deberes, derechos y obligaciones. Apertura necesaria a la vida como cooperación con el Dios Creador, y otras aclaraciones doctrinales.
Después, con un sol de justicia, salimos a la explanada, donde la madre de la novia (ya convertida en esposa) se tropezó. No hubo que lamentar roturas, ni de tejidos ni de huesos. La hermana menor de Natalia, Ana, subió con su novio Andrés al campanario, a tocarlas con gran alegría mientras los novios (ya esposos) salían a recibir la lluvia de pétalos y arroces.
En vehículos motorizados hasta una noble mansión junto al río, a un par de kilómetros del templo. Durante el banquete, precedido por el coctel de rigor, llovió a cántaros. Se espetaron, desde mesas juveniles, gritos de "vivan los novios", "que se besen", y algún ordinario "con lengua" y "que se besen los padrinos". Gracias a Dios, no hubo que lamentar el troceamiento de la corbata del novio (ya esposo).
El gusto más tradicional lo marcaron los miembros de la Tuna Universitaria, con sus famosas "Compostelana", "Clavelitos" y la inevitable "Alcalá de Henares", entre otras.
De especial interés resultó, por emocionante, la entrega del ramo de la novia a sus cinco hermanas, aún solteras. Se acercó, con música de fondo, a la mesa (donde yo me encontraba, como novio de Anastasia) y allí depositó el ramo de rosas blancas, que se fue pasando de mano en mano, hasta terminar en el centro.
Y tras el baile, cada mochuelo a su olivo. Con un matrimonio más y una familia en ciernes.
No sé por qué ha desaparecido mi último post, publicado hace dos días, y que llevaba por título "Mi agapornis". En fin, no lo sé. Ni tampoco me importa demasiado. Siempre que la cosa no vaya a más. No me apetece tener un blog "jaquereado", permíteme el neologismo.
Versaban mis letras sobre mi nueva adquisición ornitológica: un agapornis roseicollis de mutación turquesa-canela, o también conocidos como inseparables de Namibia. Es un pájaro papillero, nacido el 3 de abril del año en curso. Muy dócil es empapillado -de ahí su nombre- mediante una jeringuilla con una pasta de grano que, diluida con agua tibia, se le introduce en el interior de la garganta. Esto facilita dos cosas:
1. La primera, obvia. Que no se muera. Que crezca sano y fuerte, con la necesaria cantidad de proteínas, vitaminas y mineras. Y líquido.
2. Que se críe dócil y manso, sin miedo alguno hacia el ser humano, sino todo lo contrario. Extremadamente afectuosos cuando son criados de este modo, los agapornis reconocen al hombre como su "igual". Y es una delicia.
Sé de lo que hablo. En agosto del año pasado compré uno, que desgraciadamente perdí por un accidente desgraciado, hace pocas semanas.
Saludos.
+ N.
P.D. Cuando pueda subiré alguna imagen del animal. Verdaderamente bonito. Pero... ¡qué voy a decir yo! Je.
No es el mío, pero se parece bastante. Se trata de un agapornis roseicollis con mutación turquesa-canela. Nació en Villaverde Bajo (Madrid) el pasado 3 de abril, festividad de Nuestra Señora de la Caridad, patrona de Cartagena. Se lo compré el lunes de Pascua, 25 de abril, memoria de San Marcos Evangelista, a un joven de la citada localidad, que atendía al nombre de Jorge. Fue todo a través de Internet. Concretamente, en un foro de agapornis.
Esta variedad (los agapornis, 'pájaro del amor' y roseicollis, 'cola roja') es originaria de las zonas más áridas del suroeste de África. De Namibia, concretamente. De hecho, recibe el nombre de inseparable de Namibia. Se trata de un animal extremadamente sociable. Al comprármelo "papillero" esta docilidad se hará mucho mayor. No tiene ningún miedo del ser humano.
Es una hembra preciosa que ya ha entrado de lleno como nuevo miembro de la familia.
Ciertamente hace falta un cambio de actitud en muchas personas, en muchas instituciones. Reformar la ley educativa para contribuir a un cambio social, económico y moral. La España que conocimos hace un par de décadas no es, ni por asomo, similar a la actual. Jóvenes sin valores, exentos del supremo esfuerzo como camino indispensable para la obtención de un éxito, son las piedras del camino de nuestro día a día. Y eso hay que cambiarlo. El nuevo gobierno que salga del 22-M o del marzo de 2012 tendrá que afrontarlo. Nunca he confiado en los socialistas. De hecho, ellos son los culpables de esta situación. Padres de la LOGSE. Sí, sí. Javier Solana y Alfredo Pérez Rubalcaba. Dos nombres que siguen sonando como altos mandos de Ferraz. Pues, señores. Es lo que hay.
Tengo 28 años y soy de Alcalá de Henares (Madrid). No me dedico profesionalmente a los animales. No soy criador especializado, ni estudié para biólogo ni para veterinario. Mis padres no sienten una especial afición por los animales. En cambio, desde niño, he sentido una intensa atracción hacia todo tipo de mascotas. Cobayas, hámsters, canarios, periquitos, peces de agua fría y caliente, tortugas, pollos de gallina, gusanos de seda, diamantes mandarines, agapornis, jilgueros, tórtolas, loros,... se han ido alternando durante casi dos décadas en mi casa. No tengo preferencias. Salvo perros y gatos, que por presiones paternas nunca me ha sido permitido, he tenido casi de todo.
He tomado el título de Al Oeste del Edén, -juego de palabras con la película de James Dean- porque España se sitúa al oeste de los ríos Tigris y Éufrates, lugar donde, según la tradición bíblica, fueron criados nuestros primeros padres.
Pretendo hacer de este espacio una bitácora sobre mis aventuras y desventuras con mis pequeños amigos. Pero tampoco quiero ser monotemático: utilizaré mi rincón para reflexionar sobre temas variados.
Termina un fin de semana cultural muy completo. Anoche estuve con mi novia, su hermana y un amigo en un concierto, en un bar de Madrid. Bastante interesante. Tocaba un compañero del trabajo, canciones de los Rolling, The Police, Hombres G,... Muy recomendables para ser aficionados. De buena calidad musical.
